El que está en el Sendero no vive para sí mismo, sino para los demás. Se olvida de él para poder servir a otros. Es como una pluma en las manos de Dios por la que fluye su pensamiento y se expresa aquí abajo. Es como un canal de fuego vivo que derrama sobre el Mundo el Divino Amor que lleva su corazón. Nacido en el sur de la India y educado en Inglaterra, Jiddu Krishnamurti (1895-1986) dedicó toda su vida a conversar con seres humanos de todas las razas y condiciones, transmitiendo un mensaje tan claro como iluminador: cada cual ha de encontrar por sí mismo la raíz de su propia libertad.