Se ha supuesto repetidas veces que este conocidísimo cuadro de Van Gogh es muestra de una de las alucinaciones del artista. El autor de este ensayo se ha apartado del lugar común y ha descubierto que Van Gogh conocía bien las diversas constelaciones y no era ajeno a la astrología, y que en La noche estrellada pintó un cuadro realista en el que quiso plasmar su sino, lejos de la religión y de la vida burguesa.