En Una que sepamos todos, la alegría es la clave para encender el entusiasmo por el aprendizaje, y el juego, la gran puerta de entrada para conectar con el espíritu inquieto y curioso de los chicos.
Con chispa de humorista, talento de escritor y mucha experiencia docente, Luis Pescetti arma una bolsa de juglar repleta de juegos musicales, de animación y de lectura en voz alta para llevar al aula, el campamento, el club y a todas partes.