DEL BOSQUE ARAUJO, MANUEL (COMPILADOR)
La lectura de Don Quijote de la Mancha fascina; el lector queda prendado de don Quijote y Sancho Panza. El primero: el loco más cuerdo, el cuerdo más loco. El segundo: rústico e ignorante, pero a la vez inteligente y sencillo. Con ambos, transcurren por las páginas de esta novela prácticamente todas las características de comportamiento, de modos de ser y de sentir del ser humano: el amor, el odio, la envidia, la generosidad, la avaricia? Y es ahí, en la representación de la condición humana, donde se encuentra el centro de atracción de la obra cervantina. El objeto del presente libro es dar a conocer diversas características de la humana naturaleza; el deseo fundamental es despertar al lector una inquietud: las razones para leer Don Quijote de la Mancha. Una sociedad que lea el Quijote tendría mayor posibilidad de4 ser una mejor sociedad, de lo que es y de lo que hace, del alcance de sus acciones. La brújula con la cual se orientaría sería el amor. Si bien Don Quijote de la Mancha no es una novela de amor, aunque se cuentan amores en ella, sin duda es una de las obras literarias que encierra el mayor de los amores: el amor humano.
