Winston Churchill, además de líder británico durante la Segunda Guerra Mundial y premio Nobel de literatura, fue un viajero incansable y un aventurero impenitente. Sólo de esta manera se puede calificar a un hombre que participó en importantes expediciones (las fuentes del Nilo), que luchó en varios frentes (Cuba, Sudáfrica, India...) y que desde la política defendió a su país. Churchill tenía una magnífica memoria, quien para nuestra fortuna disfrutaba escribiendo y pasó a papel la mayoría de los grandes acontecimientos que vivió. Este delicioso libro recoge unas sencillas vacaciones en áfrica (Kenia, los grandes lagos, el Nilo Blanco...) en las que básicamente se dedica a cazar, coleccionar mariposas y observar el mundo que le rodea. Churchill sabe cómo hacer que los detalles más insignificantes, y las anécdotas más simples, alcancen en sus escritos la categoría de piezas maestras. En resumen, estamos ante un narrador atípico, que hace de este libro una pequeña joya pues ofrece a los lectores una faceta, desconocida por muchos, de Winston Churchill, viajero incansable, político y escritor.