Juan de Dios Peza fue el último de los poetas románticos cuyo talento se le reconoció en vida, pues bastaba que se presentara en un lugar público, en la tribuna cívica, en el teatro, en banquetes para que fuera aclamado. Estaba reservado para él resucitar con las notas de su creación literaria las leyendas y tradiciones de la urbe de los reyes aztecas y de los virreyes españoles. La presente obra la consagró, precisamente, a los orígenes de las calles de la Ciudad de México, como un monumento a los más destacados episodios de la memoria histórica nacional y a nuestros héroes venerables. Peza no se limitó a narrar leyendas y tradiciones que transitan entre la historia y la fantasía, sino que también tomó como motivo de varios de sus poemas, aquí reunidos, los momentos gloriosos, las hazañas épicas y las acciones sublimes de los grandes personajes de México.
