ntttttnPor la fe sabemos que Jesús, al bendecir, tiene sus manos extendidas sobre nosotros. Ésta es la razón permanente de la alegría cristiana. He tratado de desarrollar una mirada al Jesús de los Evangelios, un escucharle a Él que pudiera convertirse en un encuentro; pero también, en la escucha en comunión con los discípulos de Jesús de todos los tiempos, llegar a la certeza de la figura realmente histórica de Jesús. Este cometido era aún más difícil en esta segunda parte del libro, porque es aquí donde se encuentran las palabras y los acontecimientos decisivos de la vida de Jesús.nBenedicto XVIntttt