Óscar Cortina (conocido profesor de lengua española) dice que la palabra del año 2022, inteligencia artificial, es bastante curiosa, ya que no se trata de una, sino de dos palabras, y ha sido elegida por la importancia que se cree que ha tenido en el último año y por todo lo que esto supone en avances y en influencia en la sociedad. La relación entre derecho y tecnología resulta de gran significación en estos tiempos. Es necesario instituir marcos jurídicos transversales ante la inminente aplicación de la inteligencia artificial en la mayoría de las actividades de los individuos. La inteligencia artificial implica, entre otras cuestiones, la automatización y la emulación de tareas intelectuales y mecánicas en cualquier ámbito humano; por esta razón existe una encomienda mundial de implantar distintas reglamentaciones que normen su utilización, pues se desconocen a cabalidad las consecuencias que conlleva en las relaciones interpersonales y sociales. En el marco de esta nueva revolución tecnológica que se avecina, en la cual el hombre puede ver menguada su participación en varias áreas productivas, surgen planteamientos de especialistas provenientes de Argentina, Brasil, España y México, reunidos en este libro, que analizan las debidas vertientes del tema: científicas, éticas, legales y, sobre todo, humanas. La ciencia jurídica actual tiene un gran reto: salvaguardar los derechos fundamentales ante la intervención de la tecnología en la esfera propia de la racionalidad de los sujetos vivos
