Laurette Séjourné emprende una interpretación de la cultura prehispánica que no equivale a una relación de descubrimientos, sino a la interpretación del sentido de la cultura que subyace tras las magníficas obras de arte salvadas del furor de la destrucción. Aquí la figura de Quetzalcóatl es crucial para dicho análisis, ya que sirve de brújula para el labor interpretativo.