El lector tiene frente a sí un volumen en el cual se han reunido un par de libros que pueden señalarse entre los más notables de la dilatada trayectoria narrativa de Miguel de Unamuno: Abel Sánchez y San Manuel Bueno, mártir. Estas dos obras son representativas de un tema al que Unamuno se entregó con un interés constante y un talento indudable: el sentimiento trágico de la vida. En Abel Sánchez, Unamuno nos ofrece uno de sus mejores frutos tanto en el estilo como en el tratamiento de los problemas humanos que más le interesaron: el carácter y la voluntad. Respecto a la otra novela, el propio Unamuno escribió: "Gregorio Marañón publicó un artículo sobre mi San Manuel Bueno, mártir, asegurando que esta novelita ha de ser una de mis obras más leídas y gustadas en adelante como una de las más características de mi producción toda novelesca [...] Y así como él pienso yo."