La autora revela sus reflexiones en torno al universo de la escritura, la mujer, la memoria y la tradición de la novela. Como señala Adolfo Castañón, "Nélida Piñon ha elegido dar voz a las voces de la mujer y de lo profano femenino a través de una escritura lúcida, es decir, atenta a los movimientos del lenguaje y abierta a los registros de la historia y de la geografía".