PRINCIPIO DE PETER, EL

PRINCIPIO DE PETER, EL

Editorial:
DEBOLSILLO CLAVE
Año de edición:
Materia
Superacion Personal
ISBN:
978-607-31-2941-1
Páginas:
240
Encuadernación:
Rústica
Colección:
< Genérica >
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El principio de Peter dice que en una empresa, entidad u organización las personas que realizan bien su trabajo son promocionadas a puestos de mayor responsabilidad una y otra vez, hasta que alcanzan su nivel de incompetencia. Este principio, formulado por Laurence J. Peter en su libro The Peter Principle, de 1969, ha sido comprobado infinidad de veces. Consecuencia de lo que el principio manifiesta, muchos puestos de alta dirección son ocupados por profesionales que no tienen la suficiente cualificación para su trabajo, lo cual conduce a graves errores en las decisiones que toman las personas responsables en muchas organizaciones. Existe una lógica en este proceso, ya que los responsables de seleccionar una persona para un nuevo puesto se fijan en primer lugar en la propia organización. Si un empleado existente cumple bien su actual cometido, dichos responsables de la selección deducen equivocadamente que será igualmente eficaz en el nuevo puesto. El principio de Peter es, pues, una advertencia a tener muy en cuenta en un proceso de selección. Deben definirse con claridad las funciones del puesto a cubrir, y con base en éstas, las aptitudes y actitudes necesarias por parte de la persona que lo ocupará. Al analizar la idoneidad de empleados ya existentes en la organización, se examinarán estas personas como candidatos al nuevo puesto, prescindiendo totalmente de la eficacia con la que desarrollan su actual función. El principio de Peter es una crítica implícita de las estructuras muy jerarquizadas. En una empresa donde la cadena de mando es muy larga, es decir donde hay numerosos escalones, y donde hay una única cumbre que alcanzar, este principio hará estragos. Por lo contrario, en una empresa o sociedad donde hay muchas cumbres posibles, donde los escalones son escasos, este principio no entrará en juego. El concepto fue volcado primeramente por José Ortega y Gasset en la década de 1910 posiblemente influenciado por sus visitas a Argentina. Quedó en forma del siguiente aforismo: "Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes".