El ritmo cotidiano de nuestras vidas hace que muchas veces demos por sentadas las relaciones más importantes de nuestra existencia. Reconocer la repercusión que estas personas tienen en nosotros es a la vez un motivo de agradecimiento y una razón de alegría. Para la amiga inseparable, estos pequeños pero significativos detalles son premios que se graban en el corazón.