La tan esperada nueva Ley de Amparo, consecuencia de las reformas realizadas a los artículos 94, 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio de 2011, se expidió en abril de 2013. Actualmente se tiene una nueva Ley de Amparo que, según afirman representantes de los tres poderes de la unión, amplía el campo de protección de los derechos de los gobernados. A primera vista pareciera que es así. No obstante, si se analiza con cuidado, se concluye que sólo es mera apariencia, ya que posee notorias inconsistencias y múltiples faltas de ortografía, que son inadmisibles; contradicciones; reducción de los plazos para interponer la demanda de amparo, entre otros asuntos. Sin embargo, no todo son yerros en la nueva Ley de Amparo; contiene aspectos interesantes y novedosos, como son el cumplimiento de las ejecutorias que conceden el amparo (mandato que se espera que la Suprema Corte de Justicia de la Nación efectúe en los términos señalados) y la denuncia por incumplimiento de la declaratoria general de inconstitucionalidad. En esta obra, el autor comenta la nueva Ley de Amparo en su integridad, basándose en la interpretación que ha realizado en la práctica profesional y a partir de la jurisprudencia, la cual se seguirá aplicando y continuará vigente en tanto no se oponga a la nueva norma, como señalan los artículos transitorios correspondientes.
