Este museo portátil nos invita a explorar en los recovecos de nuestro pasado, aquellos relacionados a nuestra historia científica en donde habitan relatos fascinantes con personajes llenos de ingenio, curiosidad y asombro. Aquí encontraremos boticarios conocedores de la meteorología, artistas que inventaron sus instrumentos y lenguajes de creación, sacerdotes con el talento de pronosticar terremotos, pioneros de la aviación con motor o ingenieros que movieron edificios con todo y habitantes. A través de estas páginas compartimos la injusticia del olvido, recordando aquella convicción de Bertrand Russell: ?El conocimiento de hechos curiosos no sólo hace menos desagradables las cosas desagradables, sino que hace más agradables las cosas agradables?.