Había extrañado a Gus, estar sentado en el asiento de la ventana junto a él. Había extrañado su risa y sus largos tenis verdes apoyados sobre el borde del cojín. Le diría: u00bfQuieres trabajar en Atracción extraterrestre conmigo? Y él respondería: Claro . Cuando se ha sido amigos por tanto tiempo, como Gus y yo, uno siempre sabe qué esperar.